3/6/14

Inclemencias metereológicas


ESCALANDO POR LA MONTAÑA:

Hacía frío, estábamos paseando por la montaña nevada. Llevábamos los abrigos, los gorros y los guantes. Excepto José, no llevaba bufanda. El viento empezó a azotarnos en la cara, nos costaba andar. La capa de nieve acumulada en el suelo, cada vez era mas honda, nos llegaba a las rodillas. Seguíamos andando, cuando empezó una repentina y fuerte tormenta de nieve. Nos pusimos las gafas y las braga-cuello hasta una altura cercana a la nariz, para protegernos la cara de la tormenta. Empezamos a descender por la ladera, y la nieve empezó a desaparecer. Pero una repentina llovizna acariciaba nuestra cara, señal de poca altura. Ya habíamos bajado. Estábamos en casa. Fue una experiencia muy especial para mí.
MIGUEL ÁNGEL
DESCRIPCIÓN
Era invierno, un pobre mendigo se resguardaba debajo de un puente, con la lluvia, que caían gotas como lágrimas de una perla rota. Se protegía con un abrigo de color nítido, roto y viejo, con su gorro de lana y la bola roja como el sol que exprime sus últimos rayos de luz y sus guantes de lana. Caía la nieve, copos pequeños inundaba el paisaje del pueblo. El hombre contemplaba el maravilloso paisaje lleno de nieve como la pluma caída del cielo. Los pajarillos en sus casas, árboles cantando y bailando. Cuando calmó, los pajarillos salieron alegrado la mañana y pintando el paisaje con sus y bellos cantos. 
Beatriz 

Personaje protegiéndose de las precipitaciones del tiempo.
Lo vi a lo lejos corriendo hacia los árboles y cubriéndose con una sábana empapada. Se notaba que tenía mucho frío,por como iba. Fue hacia los árboles pero, poco después comenzó a llover y lo observé como salía de los árboles sin pararse,mirando fijamente a las lágrimas de agua dulce que desaparecían en una fusión con el suelo,como si algo lo persiguiera. De repente saltó a un río seco,hacia un viejo puente. Allí se mantuvo un buen rato,bajo el túnel comprobando el suelo y el techo de ladrillos. Pero,por lo que vi no lo convenció,puesto que se fue otra vez. Lo miré atentamente como se marchaba una vez más entre los árboles hasta que mi mirada no lo pudo alcanzar más,con cada rayo que caía él estaba aun mas lejos. No sé si encontró un refugio,pero al paso que iba lo encontraría cuando la tormenta terminara.

Magdalena.

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