ESCALANDO
POR LA MONTAÑA:
Hacía
frío, estábamos paseando por la montaña nevada. Llevábamos los
abrigos, los gorros y los guantes. Excepto José, no llevaba bufanda.
El viento empezó a azotarnos en la cara, nos costaba andar. La capa
de nieve acumulada en el suelo, cada vez era mas honda, nos llegaba a
las rodillas. Seguíamos andando, cuando empezó una repentina y
fuerte tormenta de nieve. Nos pusimos las gafas y las braga-cuello
hasta una altura cercana a la nariz, para protegernos la cara de la
tormenta. Empezamos a descender por la ladera, y la nieve empezó a
desaparecer. Pero una repentina llovizna acariciaba nuestra cara,
señal de poca altura. Ya habíamos bajado. Estábamos en casa. Fue
una experiencia muy especial para mí.
MIGUEL
ÁNGEL
DESCRIPCIÓN
Era
invierno, un pobre mendigo se resguardaba debajo de un puente, con la
lluvia, que caían gotas como lágrimas de una perla rota. Se
protegía con un abrigo de color nítido, roto y viejo, con su gorro
de lana y la bola roja como el sol que exprime sus últimos rayos de
luz y sus guantes de lana. Caía la nieve, copos pequeños inundaba
el paisaje del pueblo. El hombre contemplaba el maravilloso paisaje
lleno de nieve como la pluma caída del cielo. Los pajarillos en sus
casas, árboles cantando y bailando. Cuando calmó, los pajarillos
salieron alegrado la mañana y pintando el paisaje con sus y bellos
cantos.
Beatriz
Personaje
protegiéndose de las precipitaciones del tiempo.
Lo
vi a lo lejos corriendo hacia los árboles y cubriéndose con una
sábana empapada. Se notaba que tenía mucho frío,por como iba. Fue
hacia los árboles pero, poco después comenzó a llover y lo observé
como salía de los árboles sin pararse,mirando fijamente a las
lágrimas de agua dulce que desaparecían en una fusión con el
suelo,como si algo lo persiguiera. De repente saltó a un río
seco,hacia un viejo puente. Allí se mantuvo un buen rato,bajo el
túnel comprobando el suelo y el techo de ladrillos. Pero,por lo que
vi no lo convenció,puesto que se fue otra vez. Lo miré atentamente
como se marchaba una vez más entre los árboles hasta que mi mirada
no lo pudo alcanzar más,con cada rayo que caía él estaba aun mas
lejos. No sé si encontró un refugio,pero al paso que iba lo
encontraría cuando la tormenta terminara.
Magdalena.
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