15/3/11

La amenaza invisible

La amenaza invisible

Un perro grande, marrón y esquelético estaba tumbado en el salón, viendo la TV cuando en un fatídico momento vio estrellarse algo contra la resistente ventana. Intrigado salió al balcón. Era una golondrina que tenía un ala dolorida y una especie de humo invisible que rodeaba su pequeño cuerpo.

  • ¿Qué te pasa? - ladró Estrella.

  • Estaba volando cerca de una central nuclear para llevar comida a mis hijos y en un infinito momento explotó y los humos contenidos allí, salieron y me envolvieron. Entonces fue cuando en un vano intento de separarme de ellos caí aquí. - graznó con voz sorda Fujiyama.

  • Puedes ir al veterinario que está a la vuelta de la calle Cotiyama y que te ponga una vacuna. - ladró preocupado Estrella.

  • No puedo, estoy demasiado débil para volar y los humos están penetrando en mi corazón. - habló con voz profunda Fujiyama.

  • Muy pronto, ascenderé a los cielos para tener una vida eterna. - dijo Fujiyama.

  • No te mueras, puedes descansar y traeré un ventilador para que se te vayan los humos de tu cuerpo. - dijo Estrella.

  • No, ya es demasiado tarde. - replicó Fujiyama.

  • Hay algo que quiero que cuides. - dijo Fujiyama.

  • ¿El qué?

  • Primero te voy a pedir tres promesas. ¿Las cumplirás?

  • Sí.

  • La primera es que cerca del hermoso palacio del emperador tengo un nido con tres huevos. Quiero que los cuides. Ten cuidado porque está muy bien vigilada. Yo podía acceder fácilmente porque vuelo pero como tú no vuelas te pueden pillar. ¿Lo prometes? - dijo confiado Fujiyama.

  • Lo prometo y tendré cuidado. - dijo Estrella con mucha confianza.

Un tiempo después regresa el perro.

  • Aquí están los huevos, como te prometí.

  • Ahora quiero que me hagas otra promesa. Prométeme que los cuidarás y que no te los comerás.

  • Lo prometo.

  • Y la última promesa, que no llorarás cuando me vaya. - dijo Fujiyama casi muerto.

  • Lo prometo. - dijo Estrella entre chirridos.


Y, al atardecer, en el balcón teñido de naranja, lo que había, fue un cuerpo inhabitado, polvos mágicos, lágrimas en el suelo y una promesa rota.

Gabriel


Arrastrado por el Tsunami”

Una mañana en Japón, en una pradera, había un caballo negro brillante. De repente Spirit notó un temblor en el suelo.

¡Era un terremoto! El caballo estaba asustado porque vio que los edificios estaban temblando y en movimiento. Parecía que se iban andando. Entonces un perro que andaba por la orilla abandonada vio unas olas muy grandes que venían hacia ella. El terremoto había producido un Tsunami.

El agua arrastró todo lo que veía en su camino, coches, barcos, casas, hospitales, etc.

Los peces descubrieron un remolino que arrastaba un barco. Luvia, la perrita fue arrastada por las olas y llegó hasta la pradera de Spirit. Luvia había tragado agua con mucha suciedad y otras cosas. Spirit se la encontró. Luvia le pidió que le llevara a un sitio seguro donde no hubiese agua. Spirit la llevó a una pradera mejor. Ahí era todo campo. El caballo le dió a Luvia unas plantas y la perrita se recuperó. Allí no habría más Tsurnami ni terremotos. Menos mal que Spirit encontró a la perrita y salieron pitando porque estaba a punto de explotar la central nuclear.

Helena


Yo estaba allí en Japón cuándo vi que una gallína, intoxicada por la explosión en Japón , estaba toda verde. Decía que ella estaba en la orilla cuando el gran tsunami intoxicado me arrolló y me intoxicó. Le dije que fuera al asilo de los animales enfermos pero él dice que ya no podía hacer nada. Me hizo prometer tres cosas. Que había puesto un huevo y me dijo primero prométeme que no te comerás el huevo . Segundo prométeme que lo vas a cuidar bien hasta que nazca el huevo . Tercero prométeme que le vas ha enseñar a caminar. Si lo prometo todo. Petrav miro al cielo, nacióel polluelo que se quedó al lado de la gaviota intoxicada

Alberto


El delfin grande, azul y gordo, cazaba pescado en medio del mar sonriendo en el mediterráneo. Lo bien que lo hacía recibiendo pescado. El delfín se ladeó y oyó un zumbido de una orca en peligro con su hijo. El delfín la animo pero se desvanecía y la orca como se iba a morir le pidió tres deseos:

-Que cuidara a su hijo.

-Que le diera de comer.

-Y que tuviera salud.

Álvaro


-La peste invisible

El perro pequeño, blanco y un poco gordito de comer, paseaba tranquilamente por las calles, ladraba de lo bien que se lo pasaba paseando, por las calles. De repente una gato salió de una calle y ¡PLOF! se chocaron.

G -Perdona, perdona – dijo el gato con tristeza.

P -Vale, estás perdonada – respondió el perro con amabilidad.

G -Es que ya soy muy vieja y ya no se por donde ando.

P -No digas eso mujer eres muy joven.

G -Ya, pero es que voy a morir ya mismo.

P -Bueno no digas tonterías y dime en que te puedo ayudar amiga mia – amable.

G -Vale gracias por ser tan amable conmigo pero...

P -Pero... que.

G -Porque estoy embaraza y en cualquier momento sale mi gatillo.

P -¡No hay problema!

Al rato viene ya el gatillo.

G -Perro, perro amigo mío el gatillo ayúdame por favor.

P -Vale, vale yo te ayudo, tranquilízate.

¡Salió el gatillo!

G -¡ay! que bonito es mi gatillo.

P -Si es verdad es muy bonito.

G -Perrito, me promete tres cosas.

P -¡Si claro! Lo que quieras.

G -Vale gracias, quiero que sigas como eres de bueno, quiero que ayudes a mi hija solo ahora que es pequeña y la última que le enseñes a buscar comida para que no se quede con hambre nunca.

P -¡Vale! Te lo prometo todo.

Gracias,eres muy buen amigo

Cristina


la peste invisible

Un ratón flaco y blanco paseaba por la playa, hambriento y derrotado , con una larga cola y pequeñas patas. Asustado de una gran ola corría para salvarse pero de lo hambriento que estaba no podía correr. Ella se pudo salvar pero un perro no pudo salvarse. Cuando acabo bajo el ratón

-Estas bien pregunto el ratón

-no, casi no puedo respirar exclamó ahogándose

¿ Quieres que llame a alguien?

Tomás

La ardilla silvestre recolectaba bellotas para el invierno que faltaba muy poco. La ardilla recogía las bellotas más grandes, (estaba tranquila). Hasta que oye un ruido que venía de una central. Resultó que era de la central de Tokio que había tenido una fuga de residuos tóxicos. La ardilla fue al lago (que por una alcantarilla salían los residuos tóxicos). La ardilla se encontró un pez.

Ardilla - ¿Quien eres?

Pez - soy el guardián del lago

Pez - Quiero que me hagas un favor

Ardilla - Yo haré el favor que quieras

Pez - Solo quiero que cuides el lago. Ha sido de mi familia y quiero que mis hijos lo cuiden.

Ardilla - Yo cuidaré el lago hasta que tus hijos sean mayores

Así se hizo la ardilla lo cuidaba tambien que relucía el lago. La ardilla se iba haciendo vieja y los hijos del pez mayores. Al día siguiente muere la ardilla que había criado y cuido los hijos del pez.

David


Había en japón un tsunami muy peligroso, que afectaba a todas las personas y sobre todo a los animales. Para los animales era muy difícil. Había un perro marrón, grande, en una casa hecha para que no se destruyese. El perro estaba muy triste. Se asomó al balcón y de pronto apareció un ratón gris, que estaba muy triste como el perro, porque no tenía donde ir. Estaba mal el ratón. Tenía la peste invisible. Iba a tener un ratoncito chico que pensaba que se iba a morir y no podría cuidar de su bebe. Así que le pidió tres favores al perro; primero que no te lo comerías, vale respondió el perro, segundo, que le cuidara como si fuera tu hijo, vale dijo el perro y tercero, prométeme cuidarle hasta que se muera mi hijo. Vale te lo prometo que le cuidare como si fuera mi propio hijo ratón. El snunami acabó y el ratón se murió pero con dignidad de morir, con tanto amor, alegría de su hijo feliz por estar en buenas manos. Cuando el está feliz yo también lo estoy. Porque él es mi segunda vida.

Rosa


Un canario cuando está comiendo, después del tsunami, un conejo interrumpe su almuerzo y le pide una serie de favores.

Un canario verde, blanco, negro y naranja, toma su almuerzo en su jaula, cuando una ola grandísima casi se lleva a un conejito.

El pobre animal se subió con el canario.

-¿Te has hecho daño?.- Pió

-Si, y siento pocas fuerzas.- Dijo el conejo

-Ya, se te nota en la cara.- pió pichí

-Creo que me moriré, porque se me ha clavado una trozito de madera y me sale mucha sangre.- Respondió Rabbit, señalando su panza llena de un líquido rojo.

- No digas que te morirás, tienes toda la vida por delante.- Dijo pichí, lastimado.

-Solo quiero tres últimos deseos. ¿Los cumpliras?.- Dijo rabbit, casi sin fuerzas.

- Si, dímelo.- dijo pichí.

- Dile a mi familia que los quería, entiérrame en el parque de las flores y cuando tengas un pajarito, llámalo como yo.- Dijo él, casi sin respirar.-

-Si, te lo juro.- Y así lo hizo.

Rabbit se quedó allí, y Lucía la dueña de pichí, la llevó al veterinario y curó a Rabbit. Volvió con su familia.

María


Con todo el caos que hay en Japón con el tsunami, hay más territorio con el agua en el que viven pececitos. Uno de ellos se intentó acercar a la ''orilla'' sin arena. El pececito divisó encima de una roca enorme y gris, un gorrión tumbado. Se acerco a él y le saludó:

- Hola, ¿Estás bien?- Le dijo

- No... no estoy bien. Volaba por encima de unas fábricas llamadas centrales nucleares, cuando una de ellas explotó u sus productos toxicos me intoxicaron y...creo que voy a morir.- contestó muy triste el gorrión.

- ¡No!, no digas eso. Te pondrás mejor, mi abuelo tiene unas algas curativas que te desintoxicaran.- contestó el pez Cami como si la vida del gorrión dependiese de él.

- No puedo moverme, me voy a morir y no puedo hacer nada para evitarlo...- balbuceó desilusionada.- Hazme un favor, tu y tus amigos deveis salvar Japón. Tu abuelo con sus algas puede salvar a muchas personas y con un poco de suerte encontraréis algas para cada problema ¡Seríais los salvadores!

- ¡Si, lo haremos! -soltó Cami sin pensar

- Adiós Cami, me voy, adiós...

El gorrión Ón cerró los ojitos y se desplomó de la roca rodando por el suelo.

Julia


Historia:"El negro mar"

-El cangrejo Gregorio miraba destartalado la imagen del pez y le preguntó:-¿Qué te ha pasado?-y el pez respondió:-Un tsunami me alcanzó y me arrastró hasta la arena dónde me voy a morir por falta de agua.

-Yo te puedo llevar hasta el mar a cuestas-respondió el amable cangrejo.

-No hay tiempo,la playa está muy lejos de aquí.

-¡No te mueras! por favor-le suplicó el cangrejo.

-Lo siento pero tarde o temprano me moriré contestó el pez.

-¿Te puedo ayudar en algo?-preguntó el cangrejo.

-Si,por favor hazme tres favores.

-¿Qué favores?

-Cuida de mi familia, educa a mis hijos de tres meses y enséñales a nadar.

¿Lo harás por mi?

-Pues claro,-dijo el cangrejo mientras miraba cómo el pez se moría poco a poco.

Raúl


Un pez estaba tranquilo, aunque sabía que llegaba el Tsunami, estaba resguardado debajo de su gran roca.

Cuando el Tsunami terminó, salió de su guarida, y encontró todo destrozado. Avistó a un Atún .El Atún estaba destrozado. No se había ocultado cuando el Tsunami cayó y le faltaba una aleta. !No podía nadar que horror!.El pez lo llevó a su gran roca y estuvo hablándole y diciéndole !no nos dejes, ¡ vive! le dio comida, lo puso a reposar en su cama. Pero el Atún antes de macharse de no estar entre los vivos. Le dijo me puedes hacer tres favores y el pez respondió que si.

Me prometes que cuidaras de mi mujer y mis hijos

si lo prometo respondió.

Los cuidaras hasta que sean grandes.

Si lo prometo respondió.

Les enseñaras a nadar

Si les enseñare lo prometo respondió

Jose Manuel


En Japón ha habído un tsunami, pero en el zoo se ha escapado un león. Las aguas le han llevado a Bailén, un pueblo pequeño. El león es fuerte, de color marrón, una larga melena y una barba por la cara. Esta muy dolida, resulta que es una hembra. Una perrita la vio y fue a ayudarle.

-¿Qué te ha pasado? dijo Laila ladrando.

-Ha habído un tsunami en Japón

-¿Te ha afectado mucho?

-Si, estoy muy dolida.

-¡Voy a traer algo para curarte!

-¡Vale! tengo frío

-Toma esta manta ¡te calentarás!

Y a si fue como la leona llamada Zoppi, se le quitó la tiritona.

-Si quieres, te acompaño a un veterinario dijo Laila

-No, ya mismo llega mi hora.

-No, por favor, no digas eso -dice Laila triste

- Solo digo la verdad.

Se entristecieron todos, a la leona lo único que le podía salvar era un milagro. El deseo de la leona era ser la reina de la selva.

A Laila se le ocurrió una idea. Llamó a todos los pájaros de Bailén. Tumbaron a la leona en una manta, los pájaros, cogieron de los picos la manta y... ¡Buala! Fueron volando los pájaros, Laila y la leona a una selva

Aterrizaron en una selva, la gran sorpresa era que la leona iba a dar a luz. Ya dio y fueron una familia feliz

En esa selva había cura para la leona.

Fue la reina de la selva, como lo había deseado.

Después los pájaros y Laila volvieron a casa

¡Todos acabaron felices!

Virginia

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