Nieva en el Cerro San Cristobal
¡ Qué placer! La nieve cuaja
y los almendros de enero
se cubren con blanco sombrero.
Se oculta el día en la cueva.
Desde arriba se divisan
las calles blancas, brillantes,
maś luminosas que los diamantes.
Nieva; los sauces llorones
se doblan; las macetas
se esconden; todo está mudo,
silencioso, pero alegre.
Y la tarde fría
aparecen dormilones copos,
grises, verdes, azules,
de nieve y de agua.
¡Ay, la nieve sobre el cerro gris!
¡Qué placer! en el cielo
llegan olores congelados
de hierbas invernales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario