Yo los temo y los siento,
como siento la brisa y el viento,
el sonido de las olas del mar,
o el arrullo del palomar.
Al quemarte te escapas
de mis manos alargadas
para irte al cielo
con esas luces punteadas.
Y en tu escapada me dejas
tus polvos de hadas,
mientras en el cielo te transformas
en mil luces coloreadas.
Julia
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