18/11/15

Trabajo presentado al concurso Crónicas Matias de Haro. José Luis

Alfarería de la Calle Silera”


Antiguamente:

En la esquina de la Calle Silera y la Calle los Huertos, se encontraba una alfarería, que pertenecía a mi tatarabuelo, que se llamaba Vicente Márquez (mejor conocido como “Vicentico el alfarero”, mi tatarabuelo) Como dice mi abuelo, en mi misma casa, se encontraba un horno árabe, donde se cocían los ladrillos, cántaros, lebrillos, macetas, y pucheros, donde los agricultores llevaban su almuerzo.
El barro llegaba de un lugar llamado “Cruz” dónde ahora se encuentra “el polígono Cruz de Baños”. Era un edificio bajito, con las paredes bastante gruesas, que mi abuelo tenía que blanquear en víspera de fiestas. Era muy grande, casi tan grande como la calle en sí. Había también una nave bastante alta y grande, en la que se almacenaban el ramón que se recogía en la poda de las olivas, que traían los “arrieros”, montados en los burros, para que posteriormente, cuando estuvieran secos, utilizarlos en la cocción de platos, orzas y lebrillos, porque al estar secos; el acabado tenía más brillo. En el Museo de Costumbres de Jaén, hay una parirera (donde las mujeres rompían aguas) que fue encargada por un médico a mi bisabuelo.





Moderno:

Ahora, en su lugar hay muchos edificios, y un solar, donde se nota un antiguo pozo en el suelo, del que sacaban agua, para el uso en la alfarería. En esa calle, viven los descendientes de los antiguos propietarios de la alfarería como nietos, bisnietos e incluso tataranietos. Para toda mi familia es un orgullo vivir donde mis antepasados nacieron, trabajaron y llevaron su cerámica y nombre de Bailén por toda España.

No hay comentarios: